GENERAL TOMÁS MEJÍA, INDÍGENA OTOMÍ FUSILADO POR TRAIDOR A LA PATRIA

Por Miguel Ángel Serna Ortega
Investigador Historico

El general imperialista Tomás mejía nació en un pequeño poblado de la sierra gorda queretana llamado Pinal de amoles, alrededor de 1820, siendo sus padres Cristóbal mejía y maría Martina, ambos de raza india otomí. Se dice que el joven Tomás, fue el único amigo de un soldado español que llegó huyendo a la sierra gorda y ocultando su verdadera identidad bajo el nombre de dario bissarda. Se supone que ambos llevaron una estrecha amistad y no fue sino hasta en su lecho de muerte de bissarda reveló a Tomás su verdadero nombre: isidro barradas, que había sido enviado al conteniente americano a reconquistar el territorio refugiándose en la sierra bajo otra identidad.

desde muy joven Tomás mejía abrazó la milicia y ya para 1841 tenía el grado de alférez, habiéndose casado poco antes con carlota Durán, de quien enviudaría al poco tiempo. Algunos años después contrajo matrimonio con una joven mujer de nombre agustina castro. Mejía participo en la guerra contra estados unidos y se distinguió en la defensa de monterrey. Tuvo que resignarse a la derrota, en masevarada tras el tratado en el que cedía a estados unidos los territorios de Texas, california y nuevo México. Participo entonces en la sublevación contra el gobierno del entonces presidente, que había sustituido al general santa Anna, José Joaquín herrera, responsable del tratado de Guadalupe. Al ver perdida su causa, Tomás se volvió al gobierno, ofreciéndose a dirigir las tropas federales que combatían a los rebeldes. Una vez vencida la rebelión, entregó él mismo a los que habían sido sus compañeros a las tropas del gobierno.

Siguieron algunos años de paz durante los cuales mejía continuó dentro del ejército: en 1849 ascendió a comandante de escuadrón, en 1854 a teniente coronel, en 1858 a general de brigada y al año siguiente al grado de militar más alto del ejército mexicano, general de división. En 1854 se inició una revuelta, la revolución de Ayutla, la cual iba encaminada a terminar con la dictadura de santa Anna; pronto las tropas que apoyaban el plan dominaron al país y santa Anna se vio obligado a huir rumbo al exilio. El gobierno quedó en manos del viejo caudillo insurgente, don juan Álvarez y tras su renuncia quedo en las mano de Ignacio Comonfort, la presidencia. La tendencias liberales y anticlericales del nuevo gobierno no fueron bien recibidas en muchas partes del país; en Querétaro, el general José López uraga inicio una sublevación contra el plan de Ayutla, apoderándose del poblado de toliman el 19 de enero de 1856. Como la ciudad de Querétaro se encontraba sin guarnición el gobierno envió al general Luis ghilardi a controlar a los rebeldes. Tomás mejía, que era profundamente religioso, había apoyado en un principio la rebelión, pero dándose cuenta de la superioridad de las fuerzas del gobierno, publicó un manifiesto ofreciendo sus servicios al gobierno y comprometiéndose a mantener la paz en la sierra gorda. Esto le proporcionó una momentánea tranquilidad para seguir conspirando.

El 14 de octubre de 1856, mejía asaltó la ciudad de Querétaro, logrando apoderarse de ella; una semana después se vio obligado a abandonar la plaza para escapar de las tropas del general Vicente rosas landa, enviado por el presidente Comonfort. Después de varios enfrentamientos mejía y rosas landa firmaron un convenio mediante el cual los rebeldes serian perdonados a cambio de una garantía de paz. sin embargo, Comonfort no estuvo de acuerdo con este convenio por considerar a mejía un constante conspirador contra el gobierno , “sin principios políticos y capaz de implorar protección del gobierno cuando se hallara impotente, sin dejar por esto de seguir maquinando para volver a sublevarse, burlando su más sagrados compromisos y traicionando a los que había seguido su suerte”; mando comparecer a rosa landa y le retiro el mando de la tropa, por lo que mejía permaneció con sus rebeldes a la sierra.

En 1857 el general José maría Arteaga, fue elegido gobernador constitucional de Querétaro y se dio a la tarea de poner en vigor en el estado la constitución de 1857. Mejía con sus rebeldes se apoderó de los distritos de jalpan, tolimán y cadereyta. Así como de las poblaciones de san juan del río, Tequisquiapan y el propio pueblo natal, pinal de amoles. El gobernador Arteaga, alarmado decreto a la ciudad de Querétaro en estado de sitio y pidió ayuda al gobernador de Guanajuato, Manuel doblado; sin embargo, no pudo evitar que mejía atacara la ciudad el 2 de noviembre de 1857, en una lucha larga y desesperada; Arteaga contaba solamente con trescientos soldados y solo pudo defender el palacio de gobierno y el convento de san francisco, donde sitúo su cuartel general. Los queretanos en general apoyaban a mejía y se unieron a sus tropas en gran número. Artega fue herido y logro salvarse solo gracias a la ayuda de un fraile que lo oculto en su celda. Varios oficiales federales fueron hechos prisioneros, quedando la ciudad en manos de mejía cuyas tropas saquearon la ciudad, incluso una biblioteca recién fundada por Arteaga fue devorada por el fuego, para establecer el orden mejía nombro gobernador a Manuel montes Navarrete, quien pronto pudo controlar la situación. Su gobierno duro solamente una semana, ya que ante la proximidad del ejercito de Manuel doblado, mejía tuvo que dejar la ciudad. Mientras Arteaga era restaurado en el gobierno, mejía sufrió una grave derrota en somberete de donde huyo herido. Seguido solamente por treinta hombres.

El presidente Comonfort prestó juramento como presidente constitucional el 1 de diciembre de 1857; sin embargo, el 17 de diciembre, los conservadores proclamaron el plan de Tacubaya, desconociendo la constitución. Comonfort, que había apoyado el golpe del estado, se vio obligado a dejar la presidencia y huir del país. La presidencia quedo en manos del general conservador Félix maría Zuloaga, pero constitucionalmente el sustituto de Comonfort era Benito Juárez, por ocupar el cargo del presidente de la suprema corte de justicia. Juárez huyó de la capital, estableciendo su gobierno en Guanajuato primero y después en Guadalajara. se inició entonces en México una guerra civil que duraría tres años, y mejía naturalmente, se integró al ejercito conservador y ocupo la ciudad de Querétaro el 11 de febrero de 1858; poco después, el 28 de marzo, fue nombrado comandante general del territorio de la sierra gorda. Poco después, gracias a sus servicios prestados a la causa conservadora, Tomás mejía se convirtió en gobernador de Querétaro, el 13 de agosto de 1858.

El gobierno de mejía estuvo dominado por la urgencia de la guerra. No bien hubo tomado el cargo, recibió la visita del general miguel Miramón que preparaba un ataque contra el ejército del norte, comandado por el liberal Santiago vidauri; en esta entrevista se acordó que las tropas conservadoras destinadas a combatir a vidaurri, se concentrarían en Querétaro, para salir rumbo a san Luis potosí, que estaba en poder de los liberales. El ejército conservador salió de Querétaro el 28 de agosto, y tomas mejía se unió a la campaña, dejando el gobierno del estado en manos del general Cayetano Montoya. Las tropas de vidaurri fueron derrotadas, y los conservadores tomaron san Luis, mejía fue herido durante la batalla y permaneció en san Luis para recuperarse. Cuando sano, regreso a Querétaro el 13 de noviembre de 1858, siendo recibido calurosamente por la población. El 23 de diciembre de 1858 hubo una división dentro del mismo partido conservador. Se proclamó en México el plan de navidad desconociendo el gobierno de Zuloaga, quedando como presidente provisional el general Manuel robles pezuela; Miramón, que estaba en Jalisco, regreso a México y fue proclamado presidente sustituto. En febrero de 1859, el nuevo presidente decidió llevar a cabo una idea que venía madurando desde hacía unos meses; atacar Veracruz, sede del gobierno de Juárez desde mayo del año anterior. Aprovechando que Miramón habida dejado la ciudad de México, y en una tentativa para obligarlo a abandonar el sitio de Veracruz, los liberales decidieron atacar la capital con las tropas del general santos degollado.

Antes de atacar la capital, las tropas liberales se reunieron cerca de Querétaro; Tomás mejía dio aviso de inmediato al gobernador de san Luis potosí, Gregorio del callejo, y le notifico que abandonaría Querétaro, al frente de sus tropas, con el propósito de reunirse con él en san miguel allende. Los ejércitos liberal y conservador se enfrentaron en la hacienda de calamanda el 14 de marzo de 1859 resultando en una derrota para los liberales, que a pesar de todo, continuaron su avance hacia la ciudad de México. Miramón regreso a la capital y los liberales continuaron su asedio a la ciudad, pero fueron obligados a retirarse sufriendo cuantiosas pérdidas. Mejía obtuvo el grado de general de división en esta campaña.

El 9 de mayo regreso Tomás a Querétaro, reuniendo en sus manos los gobiernos de los estados de Querétaro y Guanajuato. No ocupo el cargo por mucho tiempo pues su odio contra Juárez lo hizo tomar las armas para combatirlo, pero todo le salió al revés, pues fue hecho prisionero junto con Maximiliano, Miramón y mejía, fueron conducidos al convento de la cruz, que les serviría de prisión; algunos días más tarde fueron trasladados al convento de teresitas y por ultimo al de capuchinas. el presidente Juárez decidió que los tres fueran juzgados de acuerdo a la ley que él mismo promulgó el 25 de enero de 1862, que condenaba a muerte a todo aquel que prestara ayuda a la intervención extranjera. Fueron juzgados en el teatro Iturbide de Querétaro, hoy teatro Juárez, y Tomás mejía fue defendido por el licenciado próspero c. vega. Los tres reos fueron condenados a muerte.

Las esposas de Miramón y mejía hicieron vanos intentos ante Juárez, que estaba en san Luis potosí; para salvar a sus esposos y al emperador. Agustina de mejía estaba embarazada y la acometieron los de parto en el camino entre san Luis y Querétaro. Dio a luz en una hacienda a la una de la mañana, reanudando su viaje a Querétaro al amanecer. Mientras su mujer daba a luz, tomas mejiere n su celda del convento de las capuchinas, recibía la visita de mariano Escobedo, recordaba aun la ocasión en rio verde cuando mejía le perdonó la vida y quería recompensarlo, por lo que le propuso dejarlo escapar. Mejía pregunto si el emperador y Miramón también serían salvados. Ante la negativa de Escobedo, mejía le respondió que entonces él moriría también junto a su soberano.

El día 19 de junio de 1867 amaneció con un sol resplandeciente en el cielo que lucía un azul intenso, sin una sola nube. A la seis y media de la mañana los tres prisioneros fueron escoltados por la tropa del coronel palacios hasta tres coches que los aguardaban. Tomas mejía subió al segundo de ellos, acompañado de los sacerdotes Jesús maría Ochoa y José francisco Figueroa. El cortejo emprendió la marcha a través delas solitarias calles de Querétaro hacia el cerro de las campanas donde los prisioneros serian ejecutados, al final del cortejo caminaban unos hombres llevando a nuestra tres ataúdes negros y tres cruces también negras. Detrás de los carruajes sollozaba una mujer con un niño recién nacido en brazos; era agustina de mejía. La joven madre trato de agarrarse del carruaje que conducía a su marido, pero las bayonetas de los soldados se lo impidieron.

Cuando llegaron al cerro de las campanas, los tres prisioneros bajaron de sus respectivos coches, mejía lo hizo abrazando un crucifijo, habiéndole obsequiado previamente su sombrero al padre Figueroa. Los tres hombres fueron colocados frente a una barda de adobe, levantando expreso para la ejecución. Maximiliano iba en medio de los dos generales, pero le cedió el lugar de honor a Miramón. A mejía le dijo: “general, lo que no es compensado en la tierra lo será en el cielo”. Momentos antes de ser ejecutado, mejía exclamo “¡virgen santa!” y aparto de su pecho el crucifijo con la mano derecha. Se oyó la orden de “preparen, apunte ¡fuego!” y los tres hombres, Maximiliano y sus fieles generales Miramón y tomas mejía, cayeron al suelo sin vida.