LOS REGIDORES DE HIDALGO Y SUS MORDIDAS

Por María Gil
Analista Político

No cabe duda que la corrupción es una endemia nacional, corre a lo ancho y largo del país, empezó en el senado de la república con los “moches” pero esta rápidamente llego a Hidalgo, quizás el anuncio ya estaba súper planeado pero al hacer la advertencia a los regidores,  el Secretario de Gobierno Fernando Moctezuma Perea, dijo que el Gobernador no permitirá que cuando a los miembros del cabildo se les presente la Ley de Ingresos, pidan cosas para ellos. En dos años de gestión de los alcaldes también hay casos de ingobernabilidad y lejos de abonar, hay pagos por evento para ver cómo se hacen acuerdos por debajo de la mesa, lo cual es muy lamentable. 

Asimismo, el secretario de Gobierno lamentó que miembros del cabildo de los municipios exijan cuotas para firmar actas y acelerar trámites al interior de las asambleas.

Les pidió no convertirse en cargas fiscales, sino facilitadores del trabajo del ayuntamiento. Sin embargo no reveló nombres donde ocurren los famosos “moches” para cuidar “la extraordinaria relación que hay con los partidos políticos".

Por su parte José Luis Guevara, Director del Instituto de Capacitación Municipal dijo que los   moches de los Regidores, afecta y entorpece el erario público y el desarrollo de las obras, por lo que sus conductas son ilegales.

De igual forma señalo que  tampoco deben de aprovecharse del momento electoral que se avecina, porque entonces traería un rezago en todos los programas del gobierno, además a quién más se vulneran es al ciudadano al pedir esas dádivas sabiendo que existe una crisis económica, ya que el dinero no llega al erario sino al bolsillo de los malos funcionarios.

Los regidores deben hacer valer que se comprometieron y juraron ante la Constitución y sobre todo no cometer corrupciones que afecten al pobre pueblo de Hidalgo, si de por si existe una debilidad estructural municipal el ejercicio de estos funcionarios tiene limitaciones y obligaciones administrativas, y que los moches solo son para el bolsillo de quien los pide o para la futura campaña electoral de su jefe.