LA FLOR DE CUETLAXOCHITL DE NOCHEBUENA O POINSETA, CARACTERÍSTICA DE NAVIDAD ENTRE LOS AZTECAS ERA MEDICINAL

Por Miguel Ángel Serna Ortega
Investigador Histórico

Esta flor es originaria de México. Su nombre náhuatl es cuetlaxochitl, que significa “flor que se marchita” y para los aztecas, simbolizaba la sangre de los sacrificios que los indígenas ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas.

Los españoles bautizaron la flor como nochebuena porque florece en diciembre. Desde entonces, estas flores se usan como símbolo de las fiestas navideñas en todo el mundo. Cabe hacer notar que Joel Poinseta primer embajador norteamericano acreditado en México y ya reconociendo en 1821 la independencia nacional mexicana en el año 1821 bautizo a esta emblemática flor como poinseta en honor a su apellido misma que en Europa así se le conoce.

La flor de nochebuena, es una de las plantas más conocidas, duraderas y predilectas de las fiestas decembrinas.

Según la leyenda, una niña mexicana de escasos recursos lloraba en nochebuena camino a la iglesia, porque no tenía regalo alguno para dejar en el altar de la virgen María y del niño Jesús. Un ángel se le apareció repentinamente y le dijo que reuniera maleza a lo largo del camino. Cuando la niña puso la ofrenda al pie del altar, brotaron de cada rama bellas flores rojas.

Los sacerdotes contemplaban esta flor antes de iniciar alguna ceremonia. También era el símbolo de la nueva vida, alcanzada por los guerreros en la batalla, decían que estos guerreros regresaban a la tierra a libar la miel de esta flor.

Además se utilizan los pétalos macerados y mezclados con oxtle y otra sustancia para teñir cuero y algunos textiles.

La nochebuena se distingue los asociados a malestares femeninos y los relacionados padecimientos cutáneos, así como en procesos inflamatorios.

En el distrito federal, puebla y sonora, su aplicación es por la vía oral o externa para aumentar o promover la secreción de leche. 

En Morelos, se utilizan las flore preparadas en té o en cataplasmas; en una receta se aconseja machacar cinco lombrices de tierra y revolverlas con flor de pascua para untar en la espalda de la mujer que amamanta. 

Se dice que estos remedios tienen la función de “sacar el calor”; lo mismo logra bebiendo el té de la flor y cualquier atole. 

En puebla, el cocimiento de las hojas, lo consumen como agua de tiempo durante tres o cuatro días, o bien hierven las flores y con ello caldean los senos de la mujer durante tres días. 

Este cocimiento se usa para controlar la hemorragia vaginal y como anticonceptivo se hacen lavados vaginales 3 días antes de la regla, agregándole la cascara de almendra, suele ser usado cuando hay amenorrea o retraso de la menstruación (v. regla retrasada), en ambos casos, se hacen lavados vaginales. Además es recomendada para entender la inflamación de la matriz, placenta pegada y como abortivo.

En el estado de México, Guanajuato, Michoacán y puebla, el látex es aplicado directamente para tratar mezquinos, verrugas, eripela, disepela, fuegos en la boca, llagas e infecciones cutáneas y heridas. En hinchazones con picadura de gusano, se ponen las hojas molidas, para inflamaciones, se asan las hojas y se aplica lo más caliente que se tolere. Para aliviar los golpes se hierven las flores, se les exprime limón y con ellas se envuelve la zona dañada.

En algunas afecciones respiratorias como anginas o tos, se usan la infusión de la flor, la que a veces se combina con bugambilia (bougainvilea spectabilis) y gordolobo (bocconia frutescens).

Finalmente se refiere a su empleo en caso de paperas, afecciones del corazón y rabia.

Es un arbusto perteneciente a la familia de las euforbiáceas, llegan a medir hasta 6 metros y posee hojas grandes, sus pequeñas flores se agrupan en inflorescencias rojizas, es útil para mejorar la producción de las mujeres lactantes y para tratar la erisipela. hoy en día, en la mayor parte de los hogares mexicanos adorna esta hermosa flor.