Por Miguel Ángel Serna Ortega
Investigador Histórico
Las posadas se crearon desde los primeros evangelizadores: el fraile agustino diego soria, solicito autorización al papa para llevar a cabo nueve misas en los días anteriores a la navidad para celebrar el nacimiento de nuestro señor Jesucristo, como el verdadero sol y luz del mundo, a lo que el vaticano respondió afirmativamente. Esto debido a que los indígenas celebraban por las mismas fechas, una importante fiesta en honor del nacimiento del dios de la guerra, Huitzilopochtli por lo que los agustinos promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron a la divinidad prehispánica, mantuvieron la celebración y le dieron características cristianas.
En 1587, Fray Diego de Soria obtuvo del papa Sixto v la bula que autorizaba la celebración en el virreinato de la nueva España de unas misas, llamadas de aguinaldo, del 16 al 23 de diciembre y que se realizarían en los atrios de las iglesias. Junto con las misas se representaban escenas de la navidad. Luego de la misa se realizaban festejos con luces de bengala, cohetes, piñatas y villancicos.
En el siglo xviii, la celebración, aunque no dejo de realizarse en las iglesias, paso a tomar más fuerza en los barrios y en las casas, y la música religiosa fue sustituida por el canto popular.
La novena de aguinaldos colombiana fue creada por Fray Fernando de Jesús Larrea, nacido en quito en 1700, ordenado en 1725 y luego predicador en ecuador y Colombia. Fray fernando la escribió por petición de la fundadora del colegio de la enseñanza en Bogotá, doña clemencia de Jesús caycedo Vélez, muchos años después, la religiosa de la enseñanza, la madre maría Ignacia, la modifico.
Los frailes evangelizadores, para facilitar la enseñanza de la santa madre iglesia católica a los naturales, realizaron representaciones de peregrinar de san José y la beatísima virgen maría a su salida de Nazaret en camino a belén para empadronarse en el censo ordenado por cesar augusto y, posteriormente, el nacimiento de nuestro señor Jesucristo. Estas representaciones se conforman de nueve posadas, que se inician el 16 de diciembre, y consisten en solicitar alojamiento a este simbólico camino a belén hasta el día 23 de diciembre, vísperas del nacimiento de Jesús.
Durante este peregrinar se hacen notar las penurias por las que tuvieron que pasar hasta encontrar alojamiento a un establo de belén.
Las posadas son fiestas populares que en México se celebran durante los nueve días antes de navidad, o sea del 16 al 24 de diciembre. Estas fiestas recuerdan el peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta belén donde buscan un lugar donde alojarse para esperar el nacimiento del niño Jesús.
En México prehispánico celebraban el advenimiento de Huitzilopochtli (dios de la guerra) durante la época invernal o paquetzaliztli, que iba del 17 al 26 de diciembre, que coincidía con la época donde los europeos celebraban la navidad. Estas celebraciones fueron cambiando una vez que el pueblo fue evangelizado y la imagen de Huitzilopochtli fue sustituida por la de José y María.
Amenizadas con canticos o villancicos, las posadas reaniman el espíritu religioso de los participantes, están llenas de emoción, alegría y amistad que siempre se respira durante este tiempo. Las posadas tradicionales tienen ligaras variantes de acuerdo al lugar en donde se celebren y han ido cambiando con el tiempo, sin embargo los aspectos comunes más importantes son el pedir posada con los villancicos tradicionales, el rezar el rosario, el romper la piñata, y claro que nunca pueden faltar los aguinaldos, el ponche, las velas, la fruta, las luces de bengala y en algunas ocasiones la cena y los regalos.
Para empezar en varias poblaciones las posadas se celebran en las calles las cuales previamente se adornan con hilos de henos y faroles. Y en otras muchas poblaciones se sustituyen los tradicionales peregrinos de barro por elementos vivos, causando mayor emotividad entre los asistentes.
No existe templo, parroquia o capilla por pequeña que sea que durante el periodo del 16 de diciembre al 6 de enero, que no se levante un nacimiento en ocasiones con verdaderas joyas escultóricas o figuras de barro realizadas en Tonalá o Tlaquepaque y celebren las posadas con cantos religiosos, guijolas, panaderos, triángulos, etc. para crear mayor alegría en los asistentes.
A la hora de pedir posada, la tradición nos dice que José y María tuvieron que ir de puerta en puerta pidiendo posada, este hecho podría no ser muy relevante ya que es muy probable que no hayan sido los únicos peregrinos que no se encontraban lugar para pasar la noche, pero el caso de José y María es muy especial ya que María se encontraba embarazada y a punto de dar a luz.
Para representar este acontecimiento, dos voluntarios se pueden vestir como José y María, o pueden utilizar figuras de los peregrinos de las que se colocan en los nacimientos.
Los peregrinos acompañados por un grupo de invitados a las posadas salen de las casa y piden posada en la puerta, entonando los villancicos. Las personas que se quedaron en el interior de la casa deben negar la posada obligando a los peregrinos a pedir posada dos o tres veces, hasta darles hospedaje con los cantos tradicionales (villancicos).
Se acostumbra rezar el rosario pues este es en realidad el porqué de la celebración, pues por el amor a María es que celebramos que está a punto de dar a luz a Jesús simplemente no la podemos dejar fura de esta celebración. Al rezar el rosario, entre misterio se hace una pequeña reflexión hay muchos libros con lecturas especiales para estas reflexiones.
Esta es quizá la parte más divertida de las posadas (sobre todo cuando eres niño).
Esta actividad está repleta de símbolos y analogías…. la piñata debe ser una piñata de 7 picos que representan los 7 pecados capitales pero además debe estar llena de dulces que representa la gracia de dios, la venda en los ojos representa la fe, el palo representa a dios y los que gritan representan a la iglesia católica.
El acto de romper la piñata puede interpretarse mas o menos de la siguiente forma: cada uno de nosotros con una fe ciega (ojos vendados) en la ayuda de dios (el palo) nos disponemos a combatir el pecado (intentar golpear la piñata), nuestros hermanos nos ayudaran y nos indicaran el camino a seguir para lograrlo más fácilmente (los gritos de la gente) y cuando finalmente logremos vencer el pecado (romper la piñata) la gracia de dios (los dulces) se derramaran sobre nosotros.
La posada termina con una convivencia en la que se puede dar de cenar a los invitados e inclusive puede haber bebida. Hay quien dice que la cena es para celebrar que se venció al pecado (se rompió la piñata). Los 9 días tradicionales de posadas se hacen en honor a los 9 meses de embarazo que vivió María.
Estas fiestas se realizan todos los días desde el 16 de diciembre hasta la noche del 24. En las colonias la gente se reúne en diferentes casas, al principio se forma una pequeña peregrinación donde al frente van dos o varias personas cargando pequeñas estatuas de José, María, el ángel y a veces un burro (en muchos lugares se llega a representar en vivo con gente personificada). Originalmente se rezaba a un rosario antes de empezar o durante la posada; después se reparten velas y se prenden para cantar la letanía, se camina hasta el frente de una casa y se canta para pedir alojamiento (posada) para José y María, después las personas que ya se estaban dentro de la casa cantan para negar el asilo hasta que ven que son José y María quienes lo piden; se dejan entrar a toda la gente cantando “entre santos peregrinos”, y aquí es donde comienza la diversión.
Luego toca el turno a romper la piñata. La piñata se hace con una olla de barro que se cubre con papel de muchos colores y se rellena de dulces y frutas, esta representa al demonio con los colores llamativos para cautive al hombre y seda a la tentación. Las piñatas originales constaban de siete picos que representaban los siete pecados capitales. Para romperla se cuela, los niños esperan su turno para pegarle con un palo y finalmente romperla; pegarle a la piñata con los ojos vendados representan la fe como una virtud que nos permite creer sin tener que ver; el palo con el que se le pega representa la fuerza de la virtud para romper las tentaciones del mundo. Una vez que se rompe la piñata caen los dulces y fruta que contenía y finalmente todos se lanzan a fin de recoger una parte; el relleno de la piñata se representa el amor de dios ya que al destruir al mal se obtienen los bienes anhelados. Las personas que no pueden acercarse a recoger dulces se les reparten “aguinaldos”, que son bolsitas con dulces, galletas y frutas para que nadie se quede sin los beneficios de la piñata, y así las fiestas continúan de casa en casa hasta el día de navidad.