Por Armando Nieto
Twitter: @ArMaNdevil
El Estado mexicano ha pasado en estos meses por grandes episodios en el contexto internacional, en primer lugar tuvo lugar el conflicto que se suscito debido al espionaje de nuestro vecino Estados Unidos, donde el Estado mexicano se entero que el gobierno estadounidense había espiado al gobierno mexicano desde el mandato de Felipe Calderón, y ahora el actual titular del ejecutivo Enrique Peña Nieto.
Si bien en estricto sentido esto no es un gran problema visto desde el plano político si lo es visto desde el plano soberano del país, y más aun cuando los medios, en este caso la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) por medio de su titular sale a decir un discurso pidiéndole a Estados Unidos una respuesta pronta y expedita de su actuar (siendo hasta la fecha una potencia mundial), de aquí se desprenden dos directrices, la primera de ellas radica en el modo de exigir las cosas, me explico, dando una respuesta falta de carácter por parte del Estado mexicano da mucho que decir de una gobernabilidad del mismo, en segundo término, el que los medios se centren en una soberanía superflua hace que la sociedad vea con mayor razón al Estado mexicano debilitado políticamente hablando y mucho más en su política internacional.
No fue lo mismo el paradigmático caso de Alemania, donde su titular salió a decir de manera propia y enérgica a pedir una respuesta al gobierno estadounidense (respuesta que meramente ficticia) que nuestro Estado. No se puede condenar el espionaje en cualquier parte del mundo, cuando el mismo ha existido desde tiempos inmemorables, hay gobiernos que han positivisado lo más posible este actuar pero en aras de su derecho y beneficio interno, más no así en su totalidad, ya que saben que esto es ingenuo, el espionaje siempre ha sido y será uno medio de supervivencia política y territorial para el desarrollo de un país o Estado, es hasta hipócrita que el Estado mexicano se quiera ver duro ante situaciones de un gobierno al que desde años hemos brindado información, además de quejarnos de manera poco plausible al sugerir que nos espíen, esto netamente ridículo, porque hasta dentro de nuestro mismo país donde esta no está legalizado y positivizado adecuadamente, un ejempló es que hasta los M.P espían de marea arbitraria a su gente, a sus parejas, familia, vamos es ridículo pensar, señalar y exigir un derecho que no existe en nuestro país, y lo mismo pasa con el contexto venezolano. Actualmente debido al derribe de un avión privado, no se puede exigir algo que dentro de las causas todo parece indicar que fue el avión venia viciado, y esto ante un gobierno totalitario es hasta ridículo e ingenuo.