Por Armando Nieto
Twitter: @ArMaNdevil
“Una de las funciones fundamentales de los parlamentos es representar. Sus miembros son los representantes del pueblo ante el gobierno” - Antonio- Carlos Pereira
Uno de los grandes problemas en nuestro sistema político es el relacionado a la elección de nuestros representantes a nivel legislativo, ya que este sistema ha sido viciado, y no tan sólo en las elecciones referentes a fraudes electorales, tema que no concierne en esta ocasión, sino más bien a que se ha desvirtuado en lo referente al objeto del puesto.
Resulta inverosímil seguir pensando que en nuestro país existe una democracia, esto ya no es así, más bien lo que existe es una partidocracia, me explico; a pesar que sea revestido el sistema para la elección de nuestros representantes por las formalidades político – electorales de nuestro sistema que bien podría decirse que conlleva a una democracia, esto en el plano teórico resulta factible y aplicable, pero en el terreno práctico y real esto resulta ser una falacia ya que en la actualidad hay que preguntarse ¿Realmente estamos siendo representados por nuestros representantes?
La realidad es que no, actualmente los partidos políticos no cumplen con su función de intermediarios entre el represéntate y los representados, simplemente velan por los interés propios de cada partido y dentro de ellos buscan colocar a sus candidatos de sus propias tribus (Caso como PAN y PRD que están fragmentados), dejando al lado las inquietudes y necesidades de una sociedad que merece ser representada. Por ende todos los proyectos, programas y reformas están encaminados hacia dos vertientes, la primera de ellas hacia las clases bajas con discursos demagógicos y proyectos efímeros que no son sustentables y mucho menos redituables, en segundo lugar sacando beneficio de estos programas para unos cuantos que detentan y tienen el poder, causando con esto un gran retraso al país y sobre todo estructurando no un gobierno de muchos sino un gobierno de unos cuantos que podemos simplificar en las personas que sirven y viven de un partido político, lo cual en nuestro país se ha convertido de unos años atrás en un gran negocio redituable, negocio que pagamos todos, para que unos cuantos vivan holgadamente y tengan un trabajo bien pareciera que no se hace nada y de hacerlo es a beneficio de un partido más nunca a favor de la sociedad, del pueblo.