Por Cesar Gamaliel Noguera Bautista
Twitter: CesarGamalielNB
Hablar de reforma, es hablar de cambios que buscan nuevos y mejores métodos, procedimientos y resultados, cualquiera que sea el campo que se busque modificar.
En el ámbito de las reformas legislativas, ya sean federales, estatales o incluso en reglamentos municipales, debe de ponerse especial cuidado, pues es el presente y el futuro de los ciudadanos lo que se pone en juego.
En el mes de enero del presente año, se publicaron datos de la OCDE en los que se México se sitúa en el primer lugar en número de ninis, con más de 7 millones de jóvenes que no estudian y no trabajan.
Del mismo modo, Carmen Pages-Serra, jefa de la Unidad de mercado laboral BID indicó que en un estudio de la compañía Mckenzie el 40% de los jóvenes que se entrevistaron en México, no tienen un empleo relacionado con su área de estudio. Sin embargo este mismo estudio encuentra que de las empresas que tienen vacantes, a 4 de cada 10 le cuesta mucho llenar una vacante porque no encuentra a la gente que necesita.
Aunado a los datos anteriores, se suman los altos índices de embarazos en adolescentes y jóvenes, que es una de las principales causas de deserción escolar pues se ven orillados a trabajar para poder mantener un hogar; por ejemplo, en el caso de Hidalgo la Encuesta Nacional de Juventud 2010 revela que somos la principal Entidad Federativa en la región con hogares encabezados por un joven; por otra parte al menos el 34% de los jóvenes han tenido un embarazo y el 55% es sexualmente activo.
Las reformas educativa y laboral, tienen como principales beneficiarios a los jóvenes, pues con una educación impartida por profesores mejor preparados y con mejores condiciones laborales, se busca garantizar que el día de mañana tengamos un México más grande, más próspero y con mejores oportunidades para todos.
Es indispensable, que más allá del debate político mediático, se tomen en cuenta las necesidades imperantes de los mexicanos para construir acuerdos que beneficien a la sociedad.
México por ser un país federalista debe de adecuar las normas de los Estados y los reglamentos de los municipios de conformidad a las modificaciones en materia laboral, educativa e incluso energética; debemos de ir más allá con medidas de carácter social y económico que dejen atrás el asistencialismo y le den paso al auto empleo, el emprendimiento y la sustentabilidad.
La creación del Instituto Mexicano del Emprendedor, el Instituto de Evaluación de la Educación y el reforzamiento del Instituto Mexicano de la Juventud, marcan la pauta para que los gobiernos de los Estados y las administraciones municipales hagan las modificaciones necesarias en las normas orgánicas correspondientes y de tal modo se logre una correcta colaboración entre los tres órdenes de gobierno en beneficio de la sociedad. Los jóvenes lo valemos, México lo merece.