Por Armando Nieto
Twitter: @ArMaNdevil
Últimamente se han visto manifestaciones en nuestro país, sobre todo en el Distrito Federal, marchas y grupos que buscan mediante estos métodos “expresarse”, sin embargo han demostrado que lo que menos buscan es la expresión sino que sólo buscan mediante actos vandálicos desprestigiar a los mismos grupos sociales y al gobierno federal, si bien que no todos los grupos y manifestaciones buscan este fin, si lo hacen de manera indirecta al permitir que dentro de sus filas estén grupos de choque como los llamado “anarquistas”, un grupo desdeñable que no tienen la mínima idea de lo que es en si la corriente anarquista ni en su plano político y social. Estos seudo grupos son una expresión de abandono que utiliza el ataque al patrimonio público como signo manifiesto de protesta donde son simplemente vándalos que luchan por interés, interés que no les es propio viviendo de la desestabilización de la ciudad donde evidentemente hay un beneficio económico detrás.
Estos grupos vienen a quebrantar el estado de derecho, usando como cortina de humo movimientos de trascendencia histórica como lo es el movimiento del 68, movimiento que carga una herida que bien pareciera que no va a cerrar y que con el paso de los años nada tiene que ver ya con el gesto heroico (si se quiere ver así del movimiento del 68), actualmente es un movimiento que tristemente presta su nombre, su marketing por así decirlo para legitimar a grupos de choque y crear con esto una polarización dentro de la sociedad mexicana, ejemplo de esto lo podemos encontrar en el movimiento que se realizo el 2 de octubre, donde se encontraban dentro de este movimiento Martín Esparza, los anarquistas y miembros de la coordinadora nacional, personas que no tienen nada que ver con la ideología del 68, y que en un ejemplo análogo de esto, cuando fue el movimiento en el 68 la gente aplaudía en las calles a los jóvenes al grupo, actualmente la gente repudia este movimiento y a toda manifestación, por la simple razón que con cada manifestación hay destrozos, daños y peleas entre estos grupos y el gobierno.
Del lado de las autoridades hay un problema enorme ya que ponen a enfrentar a grupos de clase paupérrima contra grupos más paupérrimos que ganan a aproximadamente 2800 pesos, este es el problema de las autoridades, no quieren aplicar la ley y prefieren enfrentar policías contra manifestantes donde en cada contienda las pocas personas que son detenidas a las pocas horas salen con 2000 pesos, ahora el legislador, la clase política uno pensaría que debería hacer algo, pero esto es ingenuo ya que son los mismos partidos políticos los que han creado y han cobijado a estos grupos choque para estabilizar a otros partidos políticos y crear una polarización en la sociedad.
Al decir o pensar que un gobierno no es aquel que usa la fuerza sino el que guarda el orden y tiene capacidad de mediación para resolver conflictos y por ende que esto se puede solucionar con la mediación, también sería un absurdo, no se puede negociar con el que no quiere negociar, y con esto se llega a un momento donde y no se puede recurrir a este medio, y es necesario ya recurrir a la aplicación de la norma y a la fuerza, no hay que confundir aplicar la norma con represión que son cosas muy diferentes y no así equidistantes. Este estado fracturado de derecho debería de implementar las medidas necesarias para garantizar la protección de su sociedad y evitar no las manifestaciones o libertad de expresión, pero si evitar, contener y desarticular a movimientos de choque que recorren a actos vandálicos a agresiones y al desprestigio de grupos minoritarios con todo el apego y uso de la ley.
