Por Virgilio Guzmán Valdez
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Las primeras reglas de mi formación, además de hacer el esfuerzo, de conocer y aceptar la realidad, tal cual y lo más objetivamente posible, cuestión que debe uno llegar a través de una metodología determinada, científica de análisis que nos permite abrirnos el camino, no solo para mirar las cosas con claridad desde su origen, sino para llegar también a explicarnos los efectos y sacar, sobre todo, algunas conclusiones aunque sean temporales: lo fundamental es saber cómo se puede transformar esta realidad, como cambiarla, que mecanismos son los más adecuados que se deben utilizar para modificar esta verdad nociva, ineficiente e inadecuada, basada en un modelo caciquil caduco que existente aun, que se ha pegado como costra y que lacera a una sociedad que vive en la miseria, sin alternativas de desarrollo.
Aun padecemos en Hidalgo, políticas económicas de una vil y vieja tiranía que se ha quedado anclada durante generaciones, generando subdesarrollo hasta el extremo de la miseria y hambre en un muy importante sector, grande, mediano o pequeño, no importa; no debiera existir en absoluto, menos en un sistema que pretende ser democrático cosa que no es, en lo integral, por eso decimos; que si es así, no existe absolutamente ninguna democracia, ya que ante la desigualdad económica tan alarmante que vivimos, no puede existir democracia alguna, para unos, pero si, con mucha riqueza para otros.
No contamos en Hidalgo, siquiera con el derecho a gozar de libertad de tener voz, ni derecho de opinión, ni el derecho a expresar con libertad la palabra a través de los medios del estado ya que existe la radio y TV del estado, pero no, es un medio del gobierno solamente y para los priístas.
Este modelo ya es extremadamente injusto, sino que no debiera existir jamás estas circunstancias de desigualdad, esa exclusión terrible y mañosa, esa indiferencia e indolencia de un mal gobierno que se ha apoderado de Hidalgo en todas las líneas y todos los espacios para opinar, disertar, discernir, difundir y sobre todo; del aparato de poder para la toma de las decisiones políticas del gobierno, no de las instituciones de estado, como debiera ser, pero . . . que saben estos que solo se hacen como dice el huapango “se hacen chiquitos se hacen grandotes cuando se empluman los guajolotes.
Habrá en el futuro una reforma que permita libre y organizadamente el derecho de participación, para proponer, entregar iniciativas y determinar soberanamente el estado democrático o los cambios que se quieran cambiar en esta realidad Hidalguense o “es el pueblo a bola de “cabro . . . que tenga que desatornillar al sistema injusto y en manos de pudientes, conservadores y extractos de descomposición que lo único que hacen es servir a sus interéses, una micro cúpula social de malandrines enriquecidos en forma muy desmedida; con saqueo, corrupción y practicando con su podrida tiranía caciquil-unipartidista y que por añadidura le afecta gravemente a la sociedad hidalguense.
Muchas veces la realidad nos hace verla y tristemente tan lamentarla, más, cuando el realidad del análisis nos dibuja un panorama tan nocivo, casi nauseabundo y el futuro casi impredecible, sin posibilidades de un cambio a la realidad a través de la política, ya en esta crisis política que vivimos, casi en su finiquitura total, sería el acabose, como dicen los políticologos: “la guerra es el agotamiento, la aniquilación de las virtudes, conductos e instrumentos de la política” tan real ahora, imposibilidad de ningúna alternativa real de solución, los analistas científicos globalizadores plantearían la crisis a partir del exterior, como quién dice; tendría que venir el cambio del exterior, para el cambio interior . . .cosa más absurda y manipuladora e injustificable, para tontos, para no tomar ninguna solución que sea producto propio que resuelva nuestro mal y seguir el ritmo del agotamiento del moribundo capitalismo imperial, es cierto; relativamente, que parte del resultado de la última etapa del capitalismo injusto, del modelo hacedor principal del saqueo que hace la globalización, hasta el extremo de la más injustificable realidad política.
La globalización; no tiene principio alguno, más que solo extraer las riquezas de los pueblos, para el enriquecimiento extremo de los monopólios y las transnacionales a punto de ser auto viciado y aniquilantes en sí mismo por su inagotable hambre de riqueza y acaparamiento mundial extremo, de ficción y ficcioso mercado, finanzas de papel y números de capitales irreales, capitales especuladores y sin reserva financiera o de valor alguno, pero sí; jugando a la ficción en la bolsa con papel especulador hasta el extremo de la vorágine, de la voracidad y la gula hasta el extremo de causar la muerte a millones de seres humanos; ya sea de hambre o a través de la guerra y corrupción de autoproducción.
Unos mueren de hambre, otros por la guerra, la violencia que está produciendo en el mundo este imperialismo ahora llamado globalizador de inmensas fauces para generar el mercado de la ficción para aumentar el consumo de chatarra en el mundo, tan irracional y generar el pecado de gula en los más ricos.
Ya no hay arte del análisis económico, solo datos duros, practicismo mercantil, la acción mentirosa de la bolsa, que ha ido imponiendo el poder político ahora de rodillas para que todos jueguen hasta la muerte del despojo del humanismo y engordar, no a las cúpulas “nacionales” ya no, porque son ahora unos títeres de los monopolios y las transnacionales de las transnacionales y bajo el capital financiero del fraude-legal universal de la banca y generadora de hijas fraudulentas en los pueblos pobres para despojarles ya que es poder real de la política que mandatan y destroza las economías nacionales, sus soberanías míticas ya hoy muy sangradas.
Aprovecho la oportunidad para manifestarle a Julio Gálvez mi más amplias felicitaciones por la obra editorial que acaba de ser presentada y desean que siga a delante con esa claridad, capacidad de análisis y sentido tan objetivo que ha generado su distinguido origen familiar de pensadores que le distingue, la amplia información que ha recibido de sus maestros y de sus amplios estudios de doctorado. Un abrazo de admiración para mi amigo Julio.