Por Armando Nieto
Twitter: @ArMaNdevil
Hace unos días se presento la reforma fiscal, que muchos la denominan de mal manera “hacendaria”, cuando esta palabra no existe en el diccionario, pero bueno la reforma fiscal presentada contempla varios rubros, dentro de los cuales destacan algunos elementos que son un absurdo, dentro de ellos se encuentra en primer lugar el impuesto a los refrescos con lo cual se tiene planeado bajar la obesidad del país, gravar a los refrescos en primer lugar no garantiza que se bajen los índices de obesidad en el país, ya que la obesidad tiene que ver con factores genéticos y hábitos alimenticios y no tan sólo por la ingesta de bebidas carbonatadas, hay que recordar que los refrescos son indispensables para algunas comunidades en donde padecen escasez de agua potable y en algunos casos es inaccesible este servicio, teniendo como una medida de hidratación las gaseosas.
El segundo punto absurdo de la reforma fiscal es el aumento de impuesto en la educación privada, ya que muchas familias trabajan arduamente y ahorran gran parte de la vida para brindarles una educación de calidad a sus hijos fuera del sistema público, y con este impuesto muchos jóvenes pertenecientes a dichas familias no podrán tener una educación de calidad, cuando en nuestro país (salvo la UNAM) la mejor educación es brindada por el sistema privado, modelo totalmente en contraposición con el oriental verbigracia Japón.
El tercer punto a discutir es el gravamen a las operaciones de la bolsa de valores, este tipo de modelo no es nuevo para México, sino para todo el mundo, seremos el primer país en tener este graven (si es que se aprueba) lo cual resulta ridículo, porque de manera lógica se puede discernir que las empresas no querrán llevar a cabo la compra y venta de acciones para no pagar impuestos, lo cual llevaría a estos accionarios a llevar fuera del país sus inversiones lo cual resultaría negativo para la economía del país.
El cuarto punto radica en el seguro de desempleo para personas de más de 65 años, esto hablando en una progresión geométrica para el 2018 serán más las personas de 65 que las que hay actualmente y así sucesivamente, ya que en la actualidad hay más jóvenes y cuando se invierta esto ¿podrá el Estado sostener a tantas personas, sin llegar a números rojos?
Y por último, ¿En verdad se cree o se piensa que México va a crecer en un 3.9 % en su economía para el 2014? Esto es una falacia, ya que con trabajo y difícilmente llegaremos al 1.2 o 1.3 en este año y es cuando se piensa ¿Cómo se cree o se piensa que llegaremos índice establecido?, esta reforma en teoría es demagógica en su mecanismo y carece de sentido.
Una verdadera reforma fiscal no radica en impuestos aleatorios y demagógicos, sino que se debe de recortar gastos en gobierno, verbigracia; dejar de darles a funcionarios autos último modelos, celulares, y reducir el gasto a los diputados, que son muchos en primer lugar y en segundo la mayoría de ellos sólo llegan a un curul para vivir del Estado, esta es su realidad, hay que hacer que ellos paguen sus gastos en gasolina, líneas telefónicas y dejar de tener gastos a costa del erario público, no se puede hablar de una verdadera reforma fiscal sin que primeramente se aplique a los servidores del Estado.
Lo que en verdad es esta reforma fiscal es un golpe a la clase media y al mecanismo empresarial, se está arriesgando en gran medida al mercado interno, no se han dado cuenta nuestros gobernantes que hace más de 20 a 30 años nuestra economía ha crecido risoriamente, y esto es debido a que siempre se han combatido las causas más nuca así los efectos, no se ha entendido un principio económico que dice: “no se puede repartir lo que no se ha acumulado”, no se puede prometer a la ciudadanía lo que no se tiene fácticamente y mucho menos otorgarlo, hay que entender que recaudar más para asignar es hablar de una pobreza Estatal y aun más cuando no se amplía la base gravable.
Por último cabe señalar que esta reforma fue realizada sin objeciones y todo esto gracias al famoso pacto por México, donde 3 partidos piensan los mismo, pero esto no se puede dar en temas tan sensibles como lo económico, ya que esto nos denota un retroceso, ya que no hay corrientes fidedignas y si no las hay ¿de qué sirve tener un congreso y el mismo pacto?, hay una tremenda falta de deliberación actualmente en nuestro país, y por estas pequeñas situaciones hay y seguirá habiendo reformas sin sentido y absurdas, no se entiende que una reforma no es una evolución es simplemente una actualización a un sistema que dejo de funcionar o que necesita perfeccionarse o crearse.
