Por Miguel Ángel Serna Ortega
Investigador Histórico
Los totonacas eran un pueblo amerindio mesoamericano de la zona de Veracruz en México. Formaban una confederación de ciudades; pero hacia principios del Siglo XVI se encontraban bajo el dominio de los mexicas. Su economía era agrícola y comercial y tuvieron grandes centros urbanos como:
El Tajín (300-1200), máximo exponente del esplendor de la cultura totonaca; Papantla (900-1519); Cempoala (900-1519).
la plaza principal de las ruinas de la ciudad de Cempoala, capital de la Nación Totonaca, la primera en establecer una alianza militar con las huestes castellanas para atacar a los señoríos de la Triple Alianza o Ēxcān Tlahtolōyān.
La cultura Totonaca (hay quien traduce la palabra totonaco, como "tres corazones", en referencia a los tres centros que animan esta cultura) destaca por la cerámica muy variada, la escultura en piedra, la arquitectura monumental y avanzada concepción urbanística de las ciudades.
En 1519 tuvo lugar una reunión entre 30 pueblos totonacas en la Ciudad de Cempoala. Ello sellaría para siempre su futuro y el de todas las naciones mesoamericanas. Se trata de la alianza que establecieron con el conquistador español Hernán Cortés para marchar juntos a la conquista de Tenochtitlan. Los totonacas voluntariamente aportaron 1300 guerreros al poder de Cortés, que por su parte, se hacía acompañar de unos 500 españoles. El razonamiento de los totonacas fue que los españoles los liberarían del yugo mexica, pero una vez lograda la derrota del imperio mexica, los totonacas, incluidos los de Cempoala, fueron sometidos al Imperio español, y a continuación evangelizados y en parte aculturizados por las autoridades virreinales primero y mexicanas después.
Fueron convertidos en siervos de los conquistadores españoles bajo el sistema de encomiendas, convirtiéndose en siervos de los colonos españoles y caciques indios, particularmente en el naciente cultivo de caña de azúcar, durante la gobernación de Nuño de Guzmán. Poco tiempo después, Cempoala fue deshabitada y su cultura extinguida y olvidada. La cultura totonaca volvió a ser descubierta a fines del siglo XIX por el arqueólogo e historiador mexicano Francisco del Paso y Troncoso.
Los totonacas se desarrollaron en la parte central de Veracruz y hacia el clásico tardío, su área ocupacional llegaba al sur hasta la cuenca del río Papaloapan, al oeste a los municipios de Acatlán estado de Oaxaca, Chalchicomula estado de Puebla, el Valle de Perote, las sierras de Puebla y de Papantla y las tierras bajas del río Cazones. Lo más relevante de la cultura totonaca se alcanzó durante el clásico tardío cuando construyeron centros ceremoniales como El Tajín, Yohualichán, Nepatecuhtlán, Las Higueras, Nopiloa y el Zapotal. Esta zona es conocida como el totonacapan, el sufijo nahuatl -pan (sobre) refiere "lugar" o "tierra".
Son admirables los adelantos y perfección de formas alcanzadas en la elaboración de yugos, palmas, hachas, serpientes cobra, caritas sonrientes y las esculturas monumentales de barro. Al parecer, los totonacas formaron parte del imperio de Tula y a partir de 1450 fueron conquistados por los nahoas de la Triple Alianza y se unieron a las tropas toltecas después, contribuyendo con arte y cultura al llamado siglo de oro, bajo la guía de Quetzalcóatl, personaje mítico y legendario en la historia del mundo indígena, antes de la llegada de los conquistadores españoles, bajo el mando de Hernán cortes Pizarro, que solo vivió sesenta y seis años y que murió de diarrea y desinteria allá en Europa porque “así paga el diablo a quien le sirve”.