En memoria de Julio José Gálvez Méndez
Nota publicada el 16 de enero de 2005
Para los candidatos a diputados locales de los diferentes partidos PRI, PAN, PRD, etc., quienes se encuentran a solo unos cuantos días de las elecciones, donde más del 50 por ciento de los suspirantes son desconocidos para el pueblo, por lo que han contratado a los ya tristemente famosos “polleros del voto”, o mejor conocidos como los “enganchadores”, del sufragio efectivo, no reelección del votismo del tamal, atole, cubeta, playera, “lapicito”, para que se enseñen a votar, etc.
“Los polleros del voto”, hablan con sus patrones y reciben ordenes para llevar a sus enganchados, a algunos lugares, les ordenan que se presenten en determinada comunidad, los convocados no saben a que van y porque, ya cuando están reunidos y les dicen los “polleros”, que es para que voten por su candidato solo se toman la torta, el atole y los futuros “legisladores sin votos”, se quedan hablando solos ante el frio.
Todo es alegría para los candidatos sin votos, solo los que llevan los “polleros”, de acá de este lado como los enganchadores, “nadie sabe quienes serán los nuevos legisladores” estos una vez en el poder olvidarán sus promesas, como lo dijo un ciudadano de 70 años, cuando a los encuestadores, le dijeron: “ya estamos cansados de tantas promesas, las que nos vienen diciendo desde hace más de 60 años, lo difícil para los diputados, “sin voto”, es que no se resuelven los casos en las urnas sino en los tribunales”.
“Pero que más da, si los de abajo no somos importantes para nadie, lo único importante para los que tienen poder, es seguir teniendo más lana”, muchos ciudadanos creen que todo es lo mismo y que elección tras elección todo sigue siendo igual, nada cambia ni siquiera los candidatos, siempre son los mismos tetracarbonatos de siempre ¿y el pueblo que? El pueblo no importa, ni sus necesidades, ni la seguridad, ni su salud.
