Por Pablo Fernando Ruiz Gálvez
Analista Deportivo
Solo una semana duro la efímera y vergonzosa participación de la inflada selección mexicana en la Copa Confederaciones, donde aquello fue un auténtico desastre en toda la extensión de la palabra, a pesar de que en días previos al torneo y aun estando jugando las eliminatorias, se habló del disque buen juego y agresividad que mostrarían ante Brasil e Italia, lo cierto es que todas esas palabras solo fueron mero espejismo, porque el llamado proceso de avance en este equipo brillo por su ausencia.
Aunque por ahí se escucharon voces de que “se tuvo una leve mejoría”, en el caso del partido ante los anfitriones, o “no fue fracaso”; la verdad es que las evidencias vinieron a “desnudar” los problemas en el entorno del equipo verde, entre los cuales se encuentra un presunto escándalo de los jugadores, quienes al parecer ahogaban sus penas de la derrota con una que otra caricia femenina en conocido antro brasileño.
El principio del desastre para el TRI se inició el pasado domingo, en un partido que fue testigo de los 100 partidos con la “Azzurra” del veterano, Andrea Pirlo, quien además fue el que bautizo en este torneo con un golazo, al que quizás fue el mejor elemento de la selección nacional, Jesús Corona, el cual tuvo también que padecer por la genialidad de Mario Balotelli, autor del segundo y definitivo gol; Javier Hernández haría el de la honra para México.
Después de este lamentable juego hecho por la selección, vendrían las impresiones tanto del cuerpo técnico como de los jugadores, diciendo que jugaron con miedo como fue el caso de Carlos Salcido, quien más tarde dijo que sus palabras se mal interpretaron, o como el “Chepo” de la Torre, que sostuvo que jugaron conforme a lo planeado pero sin agresividad; en fin mucha contradicción.
Se supone que esta derrota podía ser subsanada con un triunfo en su segundo partido ante Brasil, pero a los pocos minutos de iniciado el encuentro, vendría un golazo del nuevo jugador del Barcelona, Neymar, quien además intervino en la jugada del segundo tanto carioca con una excelente jugada, en la que solo centro para que Jo empujara el balón a las redes.
La “leve mejoría” del TRI de la que tanto se habló, solo se debió a que Brasil cedió un poco en la iniciativa de llevar la batuta del partido, viéndose en ocasiones superados por las acometidas de Giovani Dos Santos. Pero cuando los anfitriones se lo propusieron y ante las fallas de México, vendría la genialidad de Neymar para poner cifras definitivas.
Estos pobres resultados terminaron por crear dudas e interrogantes en lugar de soluciones dentro del “TRI”, quienes a este paso no se ve por donde, a pesar de que todavía les queda un partido ante el también eliminado Japon; pero lo que si se ve, es como supuestamente cambian sus momentos de decepción en alegría al relajarse supuestamente con buenísimas compañías féminas, a pesar de la negación del Director de Selecciones Nacionales, Héctor González Iñarritu, quien dijo no tener ningún reporte de indisciplina por parte de los jugadores, ya que no utiliza cámaras para ver a dónde van los jugadores, creando con esto mucha incertidumbre y especulación.
En conclusión y todavía para acabarla de amolar, antes del partido que México jugaría ante los anfitriones, Justino Compean, haciendo gala de sus palabras ilusas, dijo que ya estaban pensando en jugar las semifinales contra los actuales campeones del mundo, España; pero al final nada más lejos de la realidad de las “faroleadas” de este señor, quien en conjunto con los demás personajes que integran esa poderosa mafia llamada FMF y las monopólicas televisoras, son las que han originado el retroceso del fútbol mexicano, sino ahí está como ejemplo la adulterada Liga MX, en la que hasta un dueño por el hecho de que su equipo gane un titulillo, llega al extremo de desnudarse quitándose la camisa en pleno festejo.