Editorial
Con la invención del Pacto por México, como por obra
de magia dejo de existir la oposición, de pronto todas las reformas
que en algún momento nos tenían en el retraso comenzaron a fluir. En efecto
todos los políticos que criticaban al Revolucionario Institucional, terminaron uniéndosele.
Hoy podemos decir que PRD y PAN son lo mismo que PRI.
A unos días de que salga la reforma financiera, la
oposición se encuentra arrodillada a los intereses del PRI, los políticos dicen
que se les pedirá a los bancos que cobren menos, cosa que resulta ilusoria,
porque como siempre en todo contrato hay letras chiquititas que el usuario
nunca lee y seguramente se trata de otro engaño más del canal del estrellas.
Desde el error de diciembre de 1994, los políticos
siempre se han echado la bolita (que si fue Zedillo, que si fue salinas), pero
la realidad es que el país se encuentra en una deuda eterna, la banca paso a
manos de extranjeros (solo Banorte es el único banco mexicano) y su negocio solo se convirtió en vender
dinero, no importando el interés, ni las comisiones, ya que día a día cobran
por todo, que si se libran cheques, que si te pasas de 15 mil pesos te cobran
una comisión, que sí dispones de efectivo, en pocas palabras, la inversión y el
ahorro se ha convertido en una ganancia
para los banqueros. Tarjeta de crédito o debito, siempre el cliente es el
deudor cautivo.
Después, cuando el usuario esta hundido en deudas,
los bancos venden las carteras vencidas a casas de cobranza, las cuales sin
importar la hora para cobrar, si es de día, de noche o de madrugada, si es o no
el deudor, siempre estarán cobrando sus gigantescos créditos, el banco nunca
pierde. Ojalá que verdaderamente el gobierno sane a los bancos, pero esto será
un gran riesgo, porque con todas las ganancias de por medio y las facilidades
de crédito que existen para engañar a
los usuarios, seguramente los políticos terminarán sirviendo a intereses de
extranjeros.