Por Julio Gálvez
Twitter: @juliogalvezb
La antropología dentro del campo de los derechos
humanos y la política es un tema de gran relevancia para la democracia en
México. El creciente reconocimiento de bienes humanos básicos contenidos en pactos
internacionales por parte del Estado mexicano y su difusión a través de los
medios de comunicación, han originado un nuevo paradigma social que algunos
núcleos de poder se niegan a reconocer.
Durante los últimos años, hemos escuchado por todos
lados que nuestros políticos hablan de valores cuando son los que principalmente
carecen de estos. Desgraciadamente para nuestra clase política los derechos
humanos se han convertido en instrumentos legales por medio de los cuales legitiman
sus intereses personales controlando a determinados sectores de la población.
Con el regreso del PRI y por medio del doble
discurso, los priistas se encuentran persiguiendo políticamente a cientos de
activistas inconformes con las políticas del régimen peñista. Bajo la sombra de
los derechos humanos parece ser que estamos volviendo a aquellas épocas en
donde el Estado asesinaba estudiantes con el fin de retener el poder.
Los enfrentamientos entre jóvenes y fuerzas policiacas
registrados el pasado 1 de diciembre durante la toma de protesta del Presidente
Enrique Peña Nieto, consuman el regreso de un régimen de terror que tratará de
controlar al pueblo mediante el doble discurso de los derechos humanos, tal y
como lo hicieron con la firma del “Pacto por México” que se convirtió en el distractor
perfecto de la violencia represora ordenada por las cúpulas del poder.
En pocas palabras, la clase política que ahora nos
gobierna, para consolidar su régimen de dominación institucional, utilizará a
la fuerza pública, pero a la vez la disfrazará de demagogia política con la
finalidad de manipular mentalmente a la población y evitar que los ciudadanos se expresen en contra del
Estado. Las políticas sociales del PRI ocultaran la sangre de los mexicanos.
Conforme a lo anterior los ciudadanos debemos hacer
conciencia y comprender que bajo el régimen priista, México no está muy alejado
de las practicas represoras de otros gobiernos autoritarios como el de
Francisco Franco en España o el de Augusto Pinochet en Chile, ya que como
sucede hoy en nuestro país, en estas naciones los políticos recurrían a la
censura ideológica para retener el poder, es decir, limitaban los derechos
humanos de los ciudadanos con la finalidad de mantener un control social, pero
a la vez mediante el doble discurso político escondían sus verdaderas
intenciones mezquinas generando ellos mismos la violencia.
México debe tener miedo, pero a la vez los mexicanos
debemos ser valientes, el PRI ha regresado y el mensaje que envió el gobierno
peñista al asesinar, desaparecer, violar y golpear estudiantes durante la toma
de protesta de Enrique Peña Nieto, evidencia
que la clase política que actualmente nos gobierna está perdiendo poder,
ya que el régimen autoritario burdamente tuvo que recurrir a la violencia para
mantenerse a la fuerza en el gobierno.
Conforme a lo anterior no todo debería de ser alegría
dentro del Partido Revolucionario Institucional, porque aunque los priistas
hayan regresado a los pinos, la realidad es que todo gobierno autoritario
cuando reprime violentamente a la ciudadanía es porque esta experimentando el
principio del fin de un régimen gubernamental manchado con sangre.
El mensaje entre líneas que envío Enrique Peña Nieto
en su primer día de mandato al pueblo mexicano es muy desalentador, nos
demostró que su gobierno será intolerante, salvaje y burdo, ya que la política por
ningún motivo debe hacerse a través de la violencia. Con las acciones que tomo
el Presidente de México el pasado 1 de diciembre, se encuentra clavándole el
primer clavo al ataúd del PRI, ya que el país esta al borde del estallido
social y este partido lo esta propiciando con mentiras y poses.
Hoy en día, la clase política que se encuentra en el
poder esta en crisis, debido a que carece de legitimación social, Enrique Peña
Nieto, se ha convertido en el Presidente sin pueblo, los mexicanos hemos
comenzado a despertar a través de los movimientos ciudadanos que los políticos
intentan desprestigiar a través de los medios de comunicación. La imposición
disfrazada de ideas es lo que tiene hundido a nuestro país en la miseria.
México debe ser valiente, los mexicanos hemos sido
maltratados por la historia, le tenemos miedo al cambio, porque así nos han programado.
El gobierno actualmente no tiene capacidad para contener una resistencia civil,
la guerra contra el narcotráfico lo ha debilitado y el PRI, ha basado su fuerza
en apariencias, el fraude electoral ha desgastado a este partido, Enrique Peña
Nieto, será un Presidente sin fuerza social, tendrá que recurrir a la violencia
porque sus asesores carecen del talento para convencer con ideas. Este es el
momento de que el águila vuele.
Por Julio Alejandro Gálvez Bautista, Licenciado en Derecho por la Universidad la Salle, Especialista en Derecho Civil, Maestro en Derecho Procesal Constitucional y Candidato a Doctor en derecho por la Universidad Panamericana; ha enfocado su trabajo en temas sobre derecho constitucional, derechos humanos, derechos sociales, derecho a la información y reforma gubernamental; pagina web: www.juliogalvez.com