Por Pablo Fernando Ruíz Gálvez
Analista Deportivo
El controvertido y polémico ex boxeador, Héctor “Macho”
Camacho, fue declarado con muerte cerebral, después de que el pasado martes
fuera baleado a la altura de la mandíbula y cuyo proyectil de arma de fuego
termino alojándose en su hombro derecho, con lo cual está por terminar la vida
de uno de los mejores pugilistas de la historia, aun cuando sigue la
incertidumbre entre desconectarlo o no de los aparatos que lo mantienen vivo.
Según reportes de la policía, el incidente en el que resulto
herido de gravedad el ex boxeador boricua se dio alrededor de las 19:00 hora
del atlántico, a raíz de un tiroteo de carro a carro, en el cual resultó muerto
el acompañante del “Macho”, quien fue identificado como Alberto Yamil Mojica
Moreno.
El medico Ernesto Torres, Director del Centro Medico de Rio
Piedras en Puerto Rico, informo que al hacer el parte médico sobre la salud del
ex boxeador, este grave y de pronóstico reservado y en la cual se dio a conocer
que la bala penetro en la parte de la mandíbula del lado izquierdo, teniendo un
hematoma suturar del lado derecho aun cuando el proyectil no subió al cerebro,
con lo cual se cree que cogió una trayectoria que fracturo las cervicales 5 y 6
para terminar alojándose en su hombro derecho.
Se dice que la bala también lesiono la carótida y que en
caso de que se salvara, este iba a tener problemas motrices. Sin embargo en las
horas siguientes al incidente las cosas se complicaron, y aunque presentaba
actividad cerebral esto no significaba que tuviera mejoría por lo que seguía en
condición crítica.
Finalmente este jueves se confirmaría que Héctor Camacho,
presentaba el cuadro clínico de muerte cerebral, pero los familiares siguen aferrándose
a un milagro y dijeron que sería hasta este sábado que se decidiría si
desconectaban o no al ex campeón, solo a la espera de sus hijos menores.
Tan triste y tan trágico es el posible desenlace que le
depara al “Macho”, quien obtuvo tres títulos en la categoría de Superpluma,
Ligero y Superligero. Aún se recuerda la memorable pelea que tuvo contra Julio
Cesar Chávez en 1992, en la que el mexicano derroto al boricua reteniendo así
su título, en un combate que fue seguido por todo el país.