Por
Miguel Ángel Serna Ortega
Investigador
Histórico
El 20 de
noviembre de 1910 se inició la Revolución Mexicana. Cien años antes, los
mexicanos emprendieron una lucha revolucionaria en contra del imperialismo
español, que los llevó a construir una nación. Pero cien años después, esta
nación ya no era gobernada por monarcas extranjeros como en aquel entonces,
sino por un dictador: Porfirio Díaz Mori.
Durante
los más de 30 años que el general Porfirio
Díaz Mori, se mantuvo en el
poder, los ciudadanos no pudieron elegir gobernante y debido a que un pequeño
grupo de personas acapararon el poder, la desigualdad social se hizo evidente:
el rico era más rico, viviendo en palacetes al estilo europeo, y los pobres
eran más pobres, intentando al menos “sobrevivir” en pequeños jacales. Pero
también se inició otra capa social antes desconocida: la clase media, gracias a
la cual, los empresarios sumaban sus riquezas.
Este era
el ambiente que se vivía en el país a principios de 1900 y un nombre comenzó a
sonar en la vida política de méxico: Francisco I. Madero quien, fundó el Club Democrático Benito Juárez y
posteriormente creó una red de intercomunicación entre los círculos opositores
al régimen porfirista. Para 1908 publicó su obra: “La sucesión presidencial en 1910” en donde plasmó un estudio de la dictadura militar y
planteó la necesidad de crear un partido independiente que lograra la
efectividad del sufragio y el triunfo del principio antirreeleccionista, con el
cual se combatiría la dictadura de Porfirio Díaz.
El
Presidente Díaz, por su parte, pensaba que el pueblo de México ya estaba listo
para comenzar a vivir un gobierno democrático, pero para llegar a él, había que
crear diversos partidos políticos que contendieran. Así, permitió que se
crearan partidos y se postularan candidatos para finalmente votar por un nuevo
presidente. Madero aprovechó esta nueva posición de Díaz y fue postulado como
presidente del partido que fundó, la mayor parte del pueblo mexicano lo
apoyaba.
Pero poco
antes de las elecciones de 1910, Madero fue encarcelado en monterrey y
posteriormente trasladado a San Luis Potosí, siendo acusado de haber
pronunciado un discurso en el que injuriaba al presidente. Con Madero fuera del
escenario, Porfirio Díaz, a través de un fraude electoral, es reelecto
presidente de México hasta ese momento,
Madero es puesto en libertad a condición de que abandonara la ciudad. Decide ir
hacia san antonio, texas, cruzando por laredo, y ahí lanza el manifiesto conocido como “Plan de San Luis Potosí” con el que
denunciaba el fraude electoral, desconoce los poderes constituidos, incita al
pueblo a tomar las armas para derrocar la dictadura: “el día 20 de noviembre de 1410 desde las seis de la tarde en adelante,
todos los ciudadanos de la república tomarán las armas para arrojar del poder a
las autoridades que actualmente gobiernan. Los pueblos que estén retirados de
las vías de comunicación lo harán la víspera”. y este plan que subrayaba
el principio de: “sufragio efectivo,
no reelección” fue el acicate para que la revolución diera inicio.
El primer
brote sangriento se dio el 18 de noviembre cuando Aquiles Serdán, uno de los
más puros revolucionarios, fue asesinado en su casa. Posteriormente inició la lucha
armada en Chihuahua, donde el ejercito de Díaz fue derrotado. Francisco Villa,
se levantó en armas y prontamente la revolución se extendió a otras ciudades
del país.
Dándose cuenta
de su inminente derrota, Díaz decide entrar en negociaciones, pero al no poder
sacar provechó de ellas, decide renunciar y
viajar a francia abandonando
definitivamente el país.
Después
de seis meses de lucha, la revolución maderista había triunfado., apoyándose en
los tratados de ciudad juárez, negoció el poder colocando en el gobierno
interino a varios de sus hombres y formalizó las próximas elecciones para 1911.
Como Madero, no deseaba llegar al poder de manera ilegitima, decidió que
Francisco León de la barra fuera nombrado presidente interino, pero
desafortunadamente este interinato sólo provocó discordias entre los
revolucionarios.
Así, con
un partido resquebrajado, Madero asumió el poder. Las discordancias
revolucionarias comenzaron a enfatizarse y a escasos veinte días de haber
tomado la presidencia, Zapata se levantó en su contra arguyendo que el primer
punto a resolver eran las carencias de tierra. “Tierra y libertad”, grito Zapata, y “tierra y libertad”, coreó el pueblo.
Como para
Madero, el verdadero camino de la revolución era la ley y sólo mediante ella
deberían encontrar soluciones a los verdaderos problemas nacionales, exigió que
se depusieran las armas y Zapata se sintió traicionado.
La
situación nacional se hizo más compleja. Se empezó a vivir un clima de
inseguridad que preocupó a los dueños del poder económico para quienes la paz y
la seguridad eran condiciones esenciales para su prosperidad. la legalidad y el
deseo de acuerdo del presidente Madero se confundieron con fragilidad y temor
por lo que los empresarios decidieron que si Madero no podía ordenar al país,
entonces se necesitaba de una acción enérgica contra su gobierno. Y comenzaron
a fraguar un plan para derrocarlo.
Fue
entonces cuando apareció en escena Victoriano Huerta (el chacal), quien comenzó
a jugar un doble juego: engañaba al Presidente
a quien supuestamente defendía y a los rebeldes con los que supuestamente
negociaba, pero en realidad era partidario de derrocar a Madero en complicidad
con los representantes de los intereses extranjeros. Así, en enero de 1913,
inició la llamada “decena trágica” es decir, diez días de guerra en la ciudad
de México que terminaron por derrocar al presidente. El 22 de febrero de 1913,
Francisco I. Madero fue asesinado por la espalda, aplicándosele la “ley
fuga” mientras era trasladado a la
penitenciaría de lecumberri.
Después
de estos acontecimientos, Huerta fue nombrado Presidente, pero debido a que era
conocida la forma en que llegó al poder, y a que estaba ligado a los intereses
de Estados Unidos, no pudo crear una
imagen pública positiva y su ascensión a la silla presidencial provocó la
unificación de los revolucionarios en su contra. Por ello, Huerta se ve forzado
a abandonar el poder en 1914, huyendo a los Estados Unidos de Norteamerica.
Por esas
fechas, Venustiano Carranza se levantó en armas en Coahuila y los
revolucionarios lo tomaron como caudillo con el objetivo de restaurar el orden
constitucional. Por ello, Carranza se empeñó en consolidar un gobierno que
hiciera posibles las transformaciones sociales y económicas del momento
histórico que el país vivía y en un corto lapso, logró aumentar su prestigio y
poder. Trató de lograr la unidad revolucionaria, de fortalecer la imagen de su
gobierno en el extranjero y de acabar con los brotes de insurrección.
Sin
embargo no se pudo dar una organización nacional rápida, por lo que decidió
poner orden por el terreno de las armas a unos y por el de las ideas a otros,
provocando una nueva era de violencia. Al mismo tiempo, la fraternidad de los
hombres de armas y de caudillos dejó de funcionar. Villa ya era enemigo de
Obregón y Zapata de Venustiano Carranza.
Para 1917
se promulgó la Constitución en la ciudad de Querétaro y el Presidente Carranza
se convirtió en el primero en gobernar bajo un régimen constitucional. Para
1919, es asesinado Zapata y en ese mismo año se promulgó el Plan de Agua Prieta
que proclamaba que la soberanía radicaba en el pueblo. Los revolucionarios
volvieron a chocar entre sí y Carranza fue asesinado.
Para
1920, es decir, diez años después de iniciada la revolución, Madero, Zapata y Carranza,
ya habían muerto, pero su legado, trabajado ahora por los nuevos caudillos
revolucionarios estaba próximo a marcar el final de la revolución.
El
profesor el general Álvaro Obregón es quien comenzó la etapa final. Con gran
prestigio y poder, trabajó afanosamente en otorgar derechos a obreros y
campesinos, para hacer crecer su base popular de apoyo y para asentar las bases
de un esquema político diferente.
En 1924 ocupó la presidencia el profesor y
general Plutarco Elías Calles y es con él con quien el nuevo esquema político
tomó forma definitiva.
El 20 de noviembre es una
fecha que siempre estará presente en el corazón de todos los mexicanos, recordada
como el inicio de la “Revolución Mexicana”.