POR PABLO FERNANDO RUIZ GáLVEZ
ANALISTA DEPORTIVO
En esta semana dos futbolistas han dado de que
hablar, y no nos referimos precisamente a Leo Messi o CR7, sino del español
Raúl González y del mexicano Rafa Márquez, por un lado el jugador ibérico que
ha anunciado que se despide del Schalke 04 al final de la temporada, en los que
gano la Copa de Alemania, además de haber llegado a las semifinales de la Liga
de Campeones, llevándose el cariño de toda la afición; mientras que el
mexicano, sigue comportándose como auténtico «hooligan», al nuevamente mostrar
su indisciplina, agrediendo al jugador Shea Salinas del San José Earthquakes.
En lo que respecta al futbolista español, se asegura
que su futuro deportivo esta fuera de Europa, pese haber tenido dos ofertas muy
importantes de la Liga BBVA, así como de la MLS. Raúl no revelo donde seguirá
su carrera, aunque según los rumores estaría recalando en el Al- Ahli de Doha
de Qatar para los próximos cuatro años, donde supuestamente ya se tiene un
preacuerdo desde enero pasado.
Finalmente Raúl, agradeció a la afición el cariño y
admiración que ha recibido en Alemania y a la institución la paciencia que tuvo
al esperar su decisión de seguir o no en el equipo, que retirara el dorsal
numero 7 como homenaje al jugador español, quien añadió que siempre guardara
estos dos años en su corazón, además de que se ha sentido como en su casa.
El presidente del Consejo de Vigilancia del Schalke,
Clemens Tonnies, dijo, por su parte que las puertas del club siempre estarán
abiertas para Raúl, de quien solo tuvo elogios para el futbolista, al agregar
que su papel en el equipo ha sido brillante. El club quería renovar al español
y según había ofrecido 4 millones de euros; sin embargo las negociaciones no
fructificaron al final de cuentas.
Esa es la estela que ha dejado Raúl González, quien
a lo largo de una carrera de 18 años solo ha militado en el Real Madrid y el
Schalke, demostrando su calidad y profesionalidad no solo como jugador sino
como ser humano; en contraste con las actitudes prepotentes y altaneras de Rafa
Márquez, quien en su paso por la MLS, solo ha pasado a ser un jugador más (como
lo fue en el Barcelona), evidenciando su comportamiento agresivo dentro de la
cancha.
Al minuto 42 fue cuando Rafita, cubría a Salinas en
un tiro de esquina, fue entonces cuando el mexicano abrazo al rival
cometiéndole una clara pena máxima que el árbitro no sanciono, pero que le
provoco al jugador del San José una fractura de clavícula. Por esa razón el
Comité Disciplinario le aplico una sanción a Márquez de 3 juegos así como una
multa económica.
Como esa ha habido otros incidentes bochornosos en
los que Márquez se ha visto involucrado, ya que en Noviembre del año pasado,
cuando había finalizado el partido contra el Galaxy de los Ángeles, el jugador
le dio un balonazo a Landon Donovan, y no solo eso, sino que también se le fue
la boca de más al hacer declaraciones contra sus compañeros diciendo que no estaban
a su nivel.
En fin ese es Rafael Márquez, alguien que
durante su estancia en el Barcelona se comportó como un «corderito» inofensivo,
pero que en Selección Nacional y en los Red Bull de Nueva York, ha sacado a
relucir su verdadera personalidad, la de un tipo arrogante que solo se está
ganando la antipatía de muchos, en contraste con el español Raúl que saldrá de
Alemania por la puerta grande.