POR PABLO FERNANDO RUIZ
GÁLVEZ
ANALISTA DEPORTIVO
Una resaca del Superbowl y
el bloqueo de la NFL, no serían ningún obstáculo para reducir la velocidad de
Aarón Rodgers y el equipo de Green Bay, quienes derrotaron a los Santos de
Nueva Orleans por marcador de 42-34, dejando claro que vienen con fuerza para
revalidar el título que consiguieron en febrero pasado al vencer a los acereros
de Pittsburgh.
Rodgers, el jugador más
destacado de la anterior campaña, hizo honor a ese reconocimiento con una
magnífica labor en la dirección de ataque de los empacadores, que al concluir
la primera parte ya tenían la ventaja parcial de 28-17, con un gran juego
dinámico y sobre todo ganador.
Durante la segunda parte se
mantuvo el mismo dominio de parte de los locales, manteniendo la presión
ofensiva sobre el territorio rival y con una defensa que realizaba en cada
jugada una excelente cobertura, provocando con eso que las jugadas hechas por
los Santos no tuvieran una buena recepción.
Con esto Rodgers completó
27 de 35 pases para 312 yardas con tres envíos que fueron de touchdown y
ninguno interceptado, haciendo con esto efectivo cada una de las jugadas que
mandaba a sus compañeros en el ataque; mientras que los corredores James Starks
Y John Kuhn tuvieron sendas anotaciones con acarreadas de 17 y una yarda
respectivamente, que iban a romper a la defensa de los Santos en los momentos
decisivos del partido.
Los recibidores abiertos
Greg Jennings y Jordy Nelson fueron los encargados de anotar en el ataque por
aire con los dos primeros touchdowns del partido para el parcial de 14-0 del
cuarto inicial que iba a ser fundamental. Otro de los puntos clave del
encuentro fue la anotación del receptor abierto novato Randall Cobb, quien
corrió 108 yardas para regresar el ovoide en una patada de saque de entrega de
balón que hicieron los Santos en el tercer cuarto, y antes había logrado
touchdown con pase de 32 yardas que le dio Rodgers.
El equipo visitante tuvo
también la oportunidad de haber forzado el tiempo extra, si uno de sus
corredores que este caso era Mark Ingram, hubiese conseguido anotar desde la
yarda uno de los empacadores en el último segundo del partido, pero la defensa
de los campeones lo retuvo en el aire para que de esa forma evitara cruzar la
línea roja de protección.
Los Santos se quedaban a
las puertas de la remontada, pero demostraron que llegan con un equipo
competitivo, capaces de poder aspirar a llegar a lo más lejos en el torneo o sino
cuando menos, llegar a las fases finales.